El aceite de Ámbar Kashmir debe su nombre al aceite esencial del que está compuesto, el cual se extrae de un árbol que crece al norte de la India en la región del Himalaya, en Pakistán y Afganistán, el “cedrus deodorata” de la familia botánica pinaceae. Es un aceite ampliamente usado en la alta perfumería internacional y en la producción de talcos y jabones. Es una nota media con un suave, fresco y delicado aroma aterciopelado. Desde la teoría ayurvédica, el aceite de Ámbar Kashmir equilibra el dosha pitta.
Desde la teoría védica del yoga de los chakras, el aceite de Ámbar Kashmir entra en resonancia vibracional con el chakra quinto, el VISHUDDHA. Se localiza en la zona de la garganta y se corresponde íntimamente con la glándula tiroides y las amígdalas. Está relacionado con los plexos nerviosos de la faringe y de la laringe. Vishuddha significa purificar y así se le considera el chakra de la purificación (científicamente se considera a las glándulas tiroides como realizadora de funciones antitoxínicas).
Conjuntamente con el Muladhara, el Vishuddha es el origen de todos los sonidos básicos: se dice que se originan las vocales, inscritas en los pétalos del chakra. Según los textos Vedas el despertar del quinto chakra genera capacidades telepáticas.
El Vishuddha está asociado con el sentido del oído y por lo tanto sus órganos de conocimiento y acción son los oídos y las cuerdas vocales. El elemento es el éter. La nota musical es SOL.
El chakra Vishuddha es el puente entre el amor que emana del corazón y la sabiduría del intelecto. Es el vehículo de nuestros sentimientos y pensamientos que utilizamos para expresarlos. En este chakra expresamos el amor, la alegría, el miedo y nuestras aspiraciones espirituales superiores. Las ideas, los sentimientos y las opiniones nuestras encuentran forma en este centro. Cuando nos lamentamos, nos quejamos, suspiramos, nos reímos o gritamos, el timbre y el tono de nuestra voz y las inflexiones del discurso reflejan si estamos abiertos o bloqueados. También nuestros silencios reflejan nuestro estado interior y la forma en que nos sentimos en relación con el mundo que nos rodea. Sin el discurso no podríamos relacionarnos al nivel que el ser humano ha evolucionado para hacerlo. Mediante el lenguaje podemos llegar a niveles de abstracción al que no podríamos llegar sin este medio.